Mamá me duele el oído!!!

 

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La otitis media aguda es una inflamación del oído medio (habitualmente acompañado de infección) que aparece en forma abrupta (en pocas horas) y produce:

 

 

 

*dolor de oído generalmente de un solo lado

*Sensación de oído tapado (hipoacusia)

*Fiebre (generalmente en los niños menores de 2 años)

 

Algunas veces las otitis están precedidas por un resfrío, sinusitis o aumento de la mucosidad nasal.

Habitualmente el primer síntoma en aparecer es el oído tapado.  Posteriormente aparece el dolor que puede ser de leve a muy intenso. En algunos casos, el oído comienza a supurar, lo cual se debe a la perforación del tímpano, cuando esto sucede,  el dolor cesa debido a que finaliza la presión sobre el tímpano. Si el tratamiento es exitoso, el tímpano se cierra completamente y los síntomas disminuyen hasta desaparecer en algunos días.

 

Cualquier persona a cualquier edad puede sufrir de otitis media aguda. Los lactantes y niños son especialmente susceptibles debido a la inmadurez de la Trompa de Eustaquio (conducto que comunica el oído con la nariz, por dentro). Casi el 20% de los niños menores de un año tuvieron un cuadro de otitis media aguda en su vida.

 

La otitis media aguda no es una patología severa. Generalmente se cura espontáneamente al cabo de algunos días espontáneamente y/o con tratamiento.

 

 

Tratamiento

 

La mayoría de los tratamientos incluyen:

Antibióticos : según edad e historia clínica del paciente

Antiinflamatorios: pueden ser en base a ibuprofeno, paracetamol o corticoides.

 

Importante : Las  gotas para colocar en el oído no curan ni alivian las otitis medias. El motivo es sencillo: las otitis medias ocurren en el oído medio, y las gotas se colocan en el oído externo, ambos están separados por el tímpano, que es una membrana impermeable.

 

 

OTITIS EXTERNA

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La otitis externa -conocida coloquialmente como "oído de nadador"- es una infección del conducto auditivo externo, el tubito que conduce los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. La otitis externa puede estar provocada por muchos tipos diferentes de bacterias u hongos.

 

Afecta sobre todo a niños que pasan mucho tiempo en el agua. Cuando hay demasiada humedad en el oído, la piel que recubre el interior del conducto auditivo se puede irritar y lesionar, permitiendo la proliferación de bacterias u hongos. En los climas templados la otitis externa se da más frecuentemente durante los meses de verano, cuando es más frecuente bañarse en el mar o la piscina.

 

Pero no hace falta nadar para tener "oído de nadador". Cualquier cosa que lesione la piel que recubre el interior del conducto auditivo puede provocar este tipo de infección. Tener eccema o la piel demasiado seca, rascarse el conducto auditivo, limpiarse demasiado enérgicamente los oídos con bastoncitos de algodón o introducirse en las orejas objetos punzantes, como clips para sujetar papeles, hebillas o alfileres para sujetar el pelo, incrementan el riesgo de desarrollar otitis externa.

 

Signos y síntomas

El principal síntoma de la otitis externa es el dolor de oído, que puede ser intenso y empeorar cuando se toca o se mueve el lóbulo u otra parte del pabellón auditivo externo. A veces también duele al masticar, y el dolor puede ir precedido de picazón.

 

La inflamación del conducto auditivo puede hacer que el niño se queje de molestias y/o de la sensación de tener el interior del oído lleno de fluido. También puede empezar a supurar un líquido que al principio será transparente pero después es posible que adopte un aspecto turbio y un color amarillento o purulento. Es posible que la audición se vea afectada temporalmente si el pus y las impurezas o la inflamación del conducto auditivo bloquean el paso normal del sonido. La fiebre no es un síntoma habitual de los casos más típicos de otitis externa.

 

La otitis externa no es contagiosa.

 

Prevención

Instilar gotas óticas de venta sin receta médica de una solución diluida de ácido acético o alcohol en los oídos de su hijo después de que se los moje la cabeza puede ayudar a prevenir la otitis externa, especialmente si su hijo es proclive a contraer este tipo de infecciones. Estas gotas se pueden adquirir en la farmacia y sólo se deben utilizar en aquellos niños que no lleven tubos de drenaje o ventilación en los oídos y no tengan el tímpano perforado. También es una buena idea que, después de bañarse, los niños de sequen las orejas con suavidad utilizando una toalla y que faciliten la salida de agua del oído doblando el cuello e inclinando la cabeza hacia un lado. Para evitar lesionarse los oídos, los niños no deberían limpiarse ellos mismos los oídos ni introducirse objetos en las orejas, ni siquiera bastoncillos de algodón.

 

Duración

La otitis externa se suele curar al cabo de siete a 10 días de iniciar el tratamiento.