Infecciones en los Ojos

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Los ojos pueden infectarse con bacterias, hongos o virus. Las infecciones de los ojos pueden ocurrir en distintas partes del ojo y afectar sólo un ojo o ambos.


Los síntomas de estas  infecciones pueden incluir enrojecimiento, picazón, hinchazón, secreciones, dolor o problemas con la vista. El tratamiento depende de la causa de la infección y puede incluir compresas, gotas para los ojos, pomadas o antibióticos

Algunas  infecciones comunes del ojo son:

 

Conjuntivitis: también conocida como “ojo rojo”.

La conjuntivitis suele ser debida a una infección. Los niños presentan conjuntivitis con frecuencia, aunque , en general, no afecta la vista.

La conjuntivitis infecciosa se contagia fácilmente de persona a persona. La infección desaparece por sí sola sin tratamiento.

La conjuntivitis bacteriana necesita tratamiento con gotas o ungüentos antibióticos.

 

¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis?

 

Los signos y síntomas de la conjuntivitis pueden variar dependiendo de la causa, pero por lo general incluyen:

Enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o detrás del párpado.

Aumento en la cantidad de lágrimas.

Secreción del ojo blanca, amarillenta o verdosa.

Picazón en los ojos.

Ardor en los ojos.

Mayor sensibilidad a la luz.

Sensación de tener arena en los ojos.

Ojos o pestañas con lagañas y costras.

 

En verano, una posible causa de conjuntivitis es mantener los ojos abiertos, bajo el agua,  en ríos o piscinas, sin protección de gafas. Tanto el cloro de las piscinas como las impurezas en las  aguas de ríos o lagunas puede irritarlos  y afectarlos.

 

Orzuelo

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Un orzuelo es una glándula sebácea inflamada en el borde del párpado, donde éste se encuentra con la pestaña, y aparece como una protuberancia inflamada y rojiza que luce como un grano. Es sensible, especialmente al tacto.

 

Causas, incidencia y factores de riesgo

 

Un orzuelo es causado por bacterias de la piel que se introducen en las glándulas sebáceas en los párpados que brindan lubricación a la película lagrimal. Los orzuelos son similares a los granos comunes del acné que se dan en cualquier parte de la piel y se puede tener más de uno al mismo tiempo.

Los orzuelos generalmente se desarrollan en cuestión de unos pocos días y pueden drenar y curarse espontáneamente. Un orzuelo puede convertirse en chalazión, esto es cuando una glándula sebácea inflamada se obstruye por completo. Si un chalazión crece lo suficiente, puede causar problemas con la visión.

 

Síntomas

 

Además de la protuberancia enrojecida e inflamada, otros posibles síntomas son:

Sensación irritante y arenosa como si hubiese un cuerpo extraño

Sensibilidad a la luz

Lagrimeo del ojo

Sensibilidad del párpado

El médico puede diagnosticar un orzuelo simplemente con mirarlo y, por lo general, no se requiere ningún examen especial.

 

Recomendaciones

 

No apretar, pellizcar ni presionar el orzuelo Puede correr el riesgo que la infección se corra por todo el ojo.  Aunque el orzuelo se le haya formado una cabeza, debe dejar que se drene por sí misma.

 

No usar maquillaje para los ojos cuando tenga orzuelo De esta forma usted está arriesgando contaminar los cosméticos y aplicadores con la infección.  Para evitar la formación de orzuelo, no comparta sus cosméticos ni los aplicadores.  No comporta tampoco cosméticos o maquillaje de ojo con otras personas.

 

Queratitis

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La queratitis es una inflamación de la córnea, el tejido en forma de cúpula en la parte frontal del ojo que cubre la pupila y el iris. La queratitis puede o no puede implicar una infección. Queratitis no infecciosa puede ser causada por una lesión relativamente leve, como un rasguño, o de usar lentes de contacto por mucho tiempo. La queratitis infecciosa puede ser causada por bacterias, virus, hongos y parásitos.

 

Los factores que contribuyen a una infección por la uso de lentes de contacto incluyen:

 

Dormir con lentes de contacto;

Intercambio reducido de lágrimas bajo el lente;

Factores ambientales;

Falta de higiene, incluyendo el mantenimiento deficiente de estuches para  lentes de contacto o la reutilización o exceso de solución.

 

Uveítis

Las uveítis son enfermedades inflamatorias del ojo que afectan  la “UVEA” (capa vascular del ojo) que está formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides.

 

 

Al inflamarse la “UVEA”, pueden afectarse otras estructuras cercanas, como son la  córnea (queratitis), la esclera (escleritis), el nervio óptico (neuritis), los vasos (vasculitis) y la retina (retinitis) y el vítreo (vitreitis).

Estas enfermedades inflamatorias son graves ya que pueden llevar a la ceguera del paciente si no son tratados a tiempo y en forma adecuada. Por lo tanto, solamente un “oftalmólogo especializado en uveítis” es quien deberia hacer el tratamiento y el seguimiento del paciente.

 

¿Cuáles son las causas?

 

Muchas de estas inflamaciones se producen sin una causa específica y se llaman “uveítis idiopáticas”. Pero también pueden ser producidas por:

Infecciones (bacterias, virus, parasitos y hongos).

Traumatismos oculares.

Cirugías oculares.

Enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoidea, etc).

Procesos malignos (leucemias, linfomas, etc.).

Por lo tanto debe realizarse un examen ocular completo y complementar el diagnóstico con estudios de laboratorio cuando sea necesario.

 

¿A quiénes afecta la enfermedad?

 

Las uveítis pueden producirse en personas de cualquier edad. Sin embargo, las más frecuentes son las “uveítis anteriores” que suelen afectar a pacientes de entre 20 y 40 años de edad.

En segundo lugar tenemos las uveítis posteriores y la causa más frecuente es la “toxoplasmosis” que afecta desde recién nacidos hasta adultos mayores.

 

¿Cómo se tratan?

 

El tratamiento depende de la causa de la enfermedad. En las uveítis infecciosas se usan antibióticos, antivirales, antiparasitarios o antimicóticos. También se usan  antinflamatorios (corticoides) en gotas o pastillas. En aquellos casos más severos , inmunosupresores para controlar la inflamación.

En algunas situaciones los pacientes requieren cirugía ocular para controlar su enfermedad y salvar su visión.