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DEPRESIÓN POST PARTO
Causas, incidencia y factores de riesgo
Las mujeres comúnmente presentan cambios en el estado emocional durante el embarazo, especialmente después del parto. Estos cambios pueden ser causados por cambios en los niveles hormonales. Muchos factores distintos a los hormonales también pueden afectar el estado de ánimo durante este período. Cambios en el cuerpo a raíz del embarazo y el parto
Cambios en las relaciones laborales y sociales. Tener menos tiempo y libertad para sí misma. Falta de sueño. Preocupaciones acerca de su capacidad como madre.
Los sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud, que también se denominan "depresión puerperal". Estos síntomas casi siempre desaparecen pronto, sin necesidad de tratamiento.
La depresión posparto puede ocurrir cuando la depresión puerperal no desaparece o cuando los signos de depresión comienzan uno o más meses después de dar a luz.
Se puede tener mayores probabilidades de experimentar depresión posparto si:
Tiene menos de 20 años.
Consumo de alcohol, alucinógenos o fuma (éstos también ocasionan riesgos serios para la salud del bebé).
No planeó el embarazo o tuvo sentimientos contradictorios acerca de éste.
Tuvo depresión, trastorno bipolar (por ejemplo, depresión maníaca) o un trastorno de ansiedad antes del embarazo o en un embarazo anterior.
Vivió un hecho estresante durante el embarazo o el parto, por ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de emergencia, un parto prematuro o una enfermedad o anomalía congénita en el bebé.
Tiene un familiar cercano que haya experimentado depresión o ansiedad.
Tiene una mala relación con la pareja o es soltera.
Tiene problemas financieros (bajos ingresos, vivienda inadecuada).
Tiene poco apoyo de la familia, los amigos o la pareja.
Síntomas
Tristeza: La tristeza es desde luego el síntoma más frecuente de la depresión postparto. Las pacientes se sienten bajas de ánimo, infelices y desgraciadas la mayor parte del tiempo aunque estos síntomas pueden empeorar en algún momento particular del día, como por las mañanas o por las tardes. En ocasiones, las pacientes pasan días malos y días buenos, siendo estos últimos realmente frustrantes ya que el día bueno previo hizo que se albergaran esperanzas de mejorar. A veces, a las pacientes les parece que no merece la pena vivir, precisamente en unos momentos en que deberían sentirse muy alegres.
Irritabilidad: La irritabilidad con frecuencia acompaña a la sensación de tristeza. La paciente puede estar irritable con sus otros hijos y ocasionalmente incluso con el recién nacido, aunque la mayoría de las veces lo está con su marido quien no suele comprender qué es lo que está pasando.
Fatiga: Todas las nuevas madres se sienten un poco abrumadas y fatigadas, pero la madre con depresión postparto se siente tan agotada que llega a pensar que padece alguna enfermedad física.
Insomnio: Cuando por fin la madre se va a la cama puede que tenga dificultad para conciliar el sueño, o si duerme, puede que se despierte muy pronto, incluso aunque su pareja sea quien se ocupe de alimentar al bebé durante la noche.
Pérdida de apetito: Las madres deprimidas generalmente no tienen ni tiempo ni ganas de comer lo cual contribuye a que se sientan malhumoradas y agotadas. Algunas madres deprimidas comen en exceso para aliviar su malestar psicológico y luego se sienten culpables y molestas con su gordura.
Incapacidad para disfrutar: Lo que antes era un placer ahora no apetece y lo que antes interesaba ahora se convierte en aburrido. Esto es especialmente cierto en el caso de las relaciones sexuales. Algunas mujeres recuperan el interés por el sexo (si es que en algún momento lo perdieron) antes de que transcurran 6 semanas del parto, pero las madres con depresión postparto suelen rechazar cualquier contacto sexual lo cual puede generar tensión en la pareja.
Desbordamiento: Las madres con depresión postparto tienen la sensación de no disponer de tiempo para nada, de no hacer nada bien y de no poder hacer nada para remediarlo. A estas pacientes les resulta realmente difícil el establecer nuevas rutinas para poder hacer frente al bebé y a la nueva situación que viven.
Ansiedad: Suele ser aguda y se puede presentar en forma de temor a quedarse sola con el bebé por miedo a que este grite, no quiera comer, se ahogue, se caiga o se haga daño de cualquier otra forma. Algunas madres deprimidas perciben a su bebé como un objeto. En vez de sentir que han dado a luz a la criatura más cariñosa y adorable del mundo se sienten distantes de su hijo, al cual perciben como un pequeño ser misterioso y extraño, cuyos pensamientos (de tener alguno) son insondables y cuyas necesidades y emociones deben ser en algún modo satisfechas. La tarea de la nueva madre deprimida que todavía no se ha "enamorado" de su hijo es realmente dura. No obstante, el amor surge al final, cuando el niño es mayor y más interesante.
Sin embargo, la depresión postparto puede desarrollarse aún cuando el amor por el recién nacido sea intenso. En estos casos, la madre teme desesperadamente perder a su precioso bebé por no cuidarlo bien, porque no se desarrolle adecuadamente, por una infección o bien teme que muera súbitamente. Un simple catarro puede causar una gran preocupación. La madre puede obsesionarse con el peso del bebé y alarmarse si llora demasiado o incluso si pasa mucho tiempo en silencio, llegando a pensar: ¿habrá dejado de respirar? Es frecuente que la paciente desee ser constantemente tranquilizada por su pareja, su familia, su médico o cualquier otra persona.
La ansiedad también puede hacer a la madre preocuparse por su propia salud. Puede sentir pánico cuando su pulso se acelera o si tiene alguna palpitación, llegando incluso a pensar que tiene algo malo en el corazón o que está al borde de un accidente cerebrovascular. En ocasiones se siente tan debilitada que piensa que tiene alguna enfermedad terrible y que nunca volverá a tener energía de nuevo. Estas sensaciones extrañas e inusuales le harán plantearse la pregunta ¿Me estoy volviendo loca? (La respuesta es NO).
Tratamientos
La depresión después del parto puede ser tratada de varias maneras. Los grupos de apoyo pueden ayudar. Algunas mujeres asisten a la terapia o asesoramiento con un profesional de la salud mental. Este profesional puede hablar con la mujer sobre los riesgos y beneficios de los medicamentos antidepresivos.
Los antidepresivos comunes para tratar la depresión después del parto son parte de un grupo de medicamentos llamados inhibidores selectivos de serotonina (SSRIs, por sus siglas en inglés). Los nombres de algunos de estos medicamentos son:
Zoloft (sertralina), Paxil (paroxetina), Celexa (citalopram), Prozac (fluoxetina)
Al igual que muchos medicamentos, los antidepresivos pueden causar efectos secundarios y pueden variar de mujer a mujer. Dado que ningún medicamento es completamente seguro, la mujer y su equipo de profesionales de la salud deben estudiar su caso y tomar en cuenta los riesgos y beneficios de los varios medicamentos.
La lactancia y los antidepresivos
La leche materna es el mejor alimento para un bebé durante el primer año de vida. Si la mujer está tomando un antidepresivo, parte será transmitido a la leche materna. Por esta razón, los profesionales de la salud le ofrecen a la mujer que lacta la dosis más baja posible para aliviar sus síntomas..