𝔼𝕃 𝕄𝔼𝕁𝕆ℝ ℚ𝕌𝔼 𝕍𝕀...

Fue el mejor jugador de fútbol que vi…
Fabián Alberto O´Neill Domínguez, eligió un día de Navidad para irse a jugar en la cancha de algodones. El “Ruso” en los picados del barrio, el “Irlandés” en las inferiores de Nacional, el “Mago” en su imponente trayectoria… dueño de gambetas impredecibles, de túneles predestinados y pases inesperados, con una técnica depurada, elegante, única…

 Martin Bengoechea

Escribe Martín Bengoechea 


Me crié a 40 metros de la icónica casona de Zorrilla y Aparicio Saravia, donde pasó su infancia. Compartimos con todos los gurises del barrio, inolvidables e interminables “picados” en la improvisada cancha de asfalto y dos piedras como arco. En ellos, entre diversión y protestas, caños y trancadas, a muy corta edad, evidenciaba que era distinto, un elegido…

En cada mañana, cuando hacía poco rato habían asomado los rayos del sol, temprano, restregándose los ojos, ya andaba Fabián con la pelota, rebotándola en la vereda como si fuese un ritual para llamar a los demás, y que se arme ese esperado partido… Esa misma pelota a la que quiso tanto, a la que nunca maltrató, esa misma que lo llevó a vestir la celeste y pasear su calidad por los mejores campos del mundo integrando planteles de verdaderas estrellas.

Todavía mantengo en mis retinas, el día que “Tito” Inzúa lo hizo debutar en el Odriozola con edad de juvenil en la 1ª División de Defensor. Era en un preliminar, y esperando para jugar a 2a hora, me deleité trepado arriba del banco mirando por las banderolas del vestuario, sus jugadas y sus goles…

Lo disfrutamos poco por acá, pero mucho por allá…

Vino el inminente salto a la capital, donde los ojos de hinchas y rivales, de radios y diarios, posaron sus ojos e interés en el desparpajo y la categoría de aquel gurí alto, rubio, de tranco cansino, que “la descosía” en Nacional. El Campeonato Uruguayo, la Libertadores, Paco Casal, y el salto al mercado europeo. La Isla de Cerdeña, en Italia, su destino para jugar en Cagliari.

6 años por allá, pero siempre que podía, volvía de vacaciones a reencontrarse con los suyos.

Cuando llegaba al pueblo, siempre me daba la primera nota. En el corredor de la casona, compartiendo el mate que arrimaba la abuela Mecha, encendía el viejo grabador para que me contara de su presente envidiable, las anécdotas del primer mundo del fútbol… de Zidane, del peloteo a Buffon al terminar los entrenamientos, o de que era el único que se atrevía a decirle “Negro” al holandés Edgar Davis… Y todo se registraba en la cinta del cassette.

Su retorno al país, y pronto a su pueblo, cerrando la práctica activa del fútbol, nos dejó la sensación que la decisión de retirarse fue prematura, que pudo haber dado más…

Acá, no todas “fueron flores”. Cuando tomó las riendas de Defensor, nos distanciamos un tiempo. Era rebelde, usaba sus métodos, y yo, un convencido que los beneficios que podía dejarle a nuestro fútbol debían ser por otro camino. Hasta vino a casa, y conversamos largo y tendido en el living. Lejos de acercarnos, las diferencias se acentuaron…

El paso de los años, el gran aprecio que nos teníamos desde la niñez, nos reencontró un día en la sede de Defensor, y nos estrechamos en un abrazo, sin rencores.

Me atendió siempre el teléfono, me dio todas las entrevistas que le requerí, atendió de la mejor forma, como que conociera de toda la vida, a cada amigo o colega que llegó al pueblo y lo quería conocer, inmortalizando ese encuentro en una foto.

Todavía recuerdo, en uno de esos encuentros, su insistencia a que escribiera el libro de su vida… Le agradecí… Después apareció “Hasta la última gota”…

Y esa última gota de vida se escurrió ayer, resbalando como la peor noticia por sobre el clima festivo de la navidad, siendo un duro golpe a la colectividad isabelina.

Prematuramente se fue la magia solidaria, generosa, y de corazón abierto.

Vivió la vida a su manera. Intensa, rápida. A muchos les costará entenderlo, pero fue su elección… No aceptó de consejos, vivió como él quiso, conociendo riesgos ante los que no claudicó.

Las condolencias a sus hijos, hermanos, familiares…
QEPD Mago… No me canso en decirlo.
El mejor que ví….